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domingo, 28 de mayo de 2017

EL ESTADO COLOMBIANO DEBE ATENDER SU COMPROMISO INTERNACIONAL CON LA PAZ Por Athemay Sterling Acosta

EL ESTADO COLOMBIANO DEBE ATENDER SU COMPROMISO INTERNACIONAL CON LA PAZ

Por Athemay Sterling Acosta

Me preocupa que la parcial Implementación Jurídica del Acuerdo Especial Humanitario de Paz; a pesar de estar Refrendado por el Congreso, Depositado como tal en Berna Suiza, sea reconocido por el Consejo de Seguridad de la ONU en el marco de la Convención de Viena y del Imperativo Iuris del Pacta Sunt Servanda, Santos procure a lo último emanar lo que le corresponda en sus funciones excepcionales: porcentualmente la Implementación sólo esté cercana en su cumplimiento en el mínimo 18%. En un retraso imputable al Estado que obliga a definir indefectiblemente otros tiempos para que su concreción sea fiel al Acuerdo de Paz.

Pues no basta la sola Implementación Legislativa y ahora Ejecutiva, sino profundizarla y ganarla en la total Implementación formal para su APLICACIÓN REAL en los sendos Planes de Desarrollo en cada Ente Territorial que se traduzca en solución integral de la aún catástrofe humanitaria y social que todavía hay en Colombia.

La euforia y preocupación hoy juntas deben superar los voluntarismos,  vanguardismos, oportunismos e inquisiciones.

Preocupa igualmente que la espuria mayoría de Magistrados de la Corte Constitucional de este Régimen Burgués y Estado neoliberal se convierta en mercenaria Iuris del interés fascista de intentar ilegal e ilegítimamente convertir en trizas al Acuerdo de Paz junto a quienes lo defendemos como realmente viene ocurriendo con la continuidad y sistemático Genocidio contra nosotros los Líderes Sociales, los ex guerrilleros, las Organizaciones, los Activistas y Abogados Defensores de los DDHH y de la Solución Política que venimos siendo altamente amenazados y asesinados en un País altamente militarizado y paramilitarizado.

Preocupa tanto, que la ONU avala nuestra propuesta de definir nuevos tiempos y procedimientos expeditos frente a la necesidad humanitaria, al imperativo jurídico internacional y al anhelo nacional de lograr la Vida Digna, poder ejercer los Derechos sin ser criminalizados ni reprimidos.

Para así entender en la conciencia colectiva nacional y en las mismas Instituciones que la lucha por los Derechos y por la Paz con Justicia Social no debe ser considerada como problema de orden público sino de pacífica solución política.

De ahí que ante estas preocupaciones y coyuntura política, será un gran Frente Amplio Popular, producto de un Acuerdo o Pacto Nacional sin exclusiones ni soberbias vanguardistas, el que resuelva y transforme estas contradicciones y preocupaciones en un gran torrente de unidad y reconciliación para reconstruir al País.

Por Athemay Sterling Acosta
Bogotá Mayo 28 de 2017

1 comentario:

Unknown dijo...

EL ESTADO COLOMBIANO DEBE ATENDER SU COMPROMISO INTERNACIONAL CON LA PAZ

Por Athemay Sterling Acosta

Me preocupa que la parcial Implementación Jurídica del Acuerdo Especial Humanitario de Paz; a pesar de estar Refrendado por el Congreso, Depositado como tal en Berna Suiza, sea reconocido por el Consejo de Seguridad de la ONU en el marco de la Convención de Viena y del Imperativo Iuris del Pacta Sunt Servanda, Santos procure a lo último emanar lo que le corresponda en sus funciones excepcionales: porcentualmente la Implementación sólo esté cercana en su cumplimiento en el mínimo 18%. En un retraso imputable al Estado que obliga a definir indefectiblemente otros tiempos para que su concreción sea fiel al Acuerdo de Paz.

Pues no basta la sola Implementación Legislativa y ahora Ejecutiva, sino profundizarla y ganarla en la total Implementación formal para su APLICACIÓN REAL en los sendos Planes de Desarrollo en cada Ente Territorial que se traduzca en solución integral de la aún catástrofe humanitaria y social que todavía hay en Colombia.

La euforia y preocupación hoy juntas deben superar los voluntarismos, vanguardismos, oportunismos e inquisiciones.

Preocupa igualmente que la espuria mayoría de Magistrados de la Corte Constitucional de este Régimen Burgués y Estado neoliberal se convierta en mercenaria Iuris del interés fascista de intentar ilegal e ilegítimamente convertir en trizas al Acuerdo de Paz junto a quienes lo defendemos como realmente viene ocurriendo con la continuidad y sistemático Genocidio contra nosotros los Líderes Sociales, los ex guerrilleros, las Organizaciones, los Activistas y Abogados Defensores de los DDHH y de la Solución Política que venimos siendo altamente amenazados y asesinados en un País altamente militarizado y paramilitarizado.

Preocupa tanto, que la ONU avala nuestra propuesta de definir nuevos tiempos y procedimientos expeditos frente a la necesidad humanitaria, al imperativo jurídico internacional y al anhelo nacional de lograr la Vida Digna, poder ejercer los Derechos sin ser criminalizados ni reprimidos.

Para así entender en la conciencia colectiva nacional y en las mismas Instituciones que la lucha por los Derechos y por la Paz con Justicia Social no debe ser considerada como problema de orden público sino de pacífica solución política.

De ahí que ante estas preocupaciones y coyuntura política, será un gran Frente Amplio Popular, producto de un Acuerdo o Pacto Nacional sin exclusiones ni soberbias vanguardistas, el que resuelva y transforme estas contradicciones y preocupaciones en un gran torrente de unidad y reconciliación para reconstruir al País.

Por Athemay Sterling Acosta
Bogotá Mayo 28 de 2017